miércoles, 29 de julio de 2015

MOMENTO






Con la tranquilidad que da la puesta de sol, observo como una corriente de pensamientos quiere abrirse paso a través de mis ojos, una libélula distrae mi atención y el aleteo de dos golondrinas  hacen que mí vista pasee con ellas. Por un momento mi mirada queda fija en los limpios cristales de la casa de enfrente, mientras mi perra ladra al ruido de un coche que pasa lejano. No hay viento, no hay calor ni frío, solamente paz y sosiego. Por un instante el cantar de un grillo me alerta, para un momento después volverme a sumir en una calma consciente. Vuelvo a levantar mis ojos y la libélula sigue revoloteando, al tiempo que mi perra con sus lametones intenta apartarme de mi momento de quietud. Las pocas nubes se tiñen de naranja, los limpios cristales se oscurecen y un estornudo inevitable anuncia el inminente final del relato. M.J

No hay comentarios:

Publicar un comentario