De esplendor amaneció el día, esplendorosa siguió la mañana, tarde jubilosa pues con el anochecer entrarías en una nueva década , quizás la mejor, la de la madurez,la de la serenidad.
De repente oscuridad y una tormenta... y esa dama negra celosa, irrumpe inesperadamente.
Al final nos reúnes a todos, es tú cumpleaños. Sin tarta ni velas, pero si con flores y llantos. Ese día hasta el cura y el mismísimo hijo de Dios se enfurecen con el Todopoderoso.
M.J.
De repente oscuridad y una tormenta... y esa dama negra celosa, irrumpe inesperadamente.
Al final nos reúnes a todos, es tú cumpleaños. Sin tarta ni velas, pero si con flores y llantos. Ese día hasta el cura y el mismísimo hijo de Dios se enfurecen con el Todopoderoso.
M.J.
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