sábado, 17 de abril de 2010

La recta final

La abrazó y al estrecharla percibió que lo que un día fueron espaldas fuertes y vigorosas se habían convertido en dos pequeños y salientes huesos.Procuró no dejarse afligir y la miró a los ojos, descubriendo que mas allá de la vejez evidente, había una vida plena de ofrecimiento y gratitud.Su vida ejemplo de entrega , sin estudios acádemicos, solamente con los que da la vida, y una generosidad digna de mención, sintió que personas como ella son las que hacen posible que los que están a su alrededor deseen tenerla cerca.Crianza campesina, sin escasez de comida pero si de otras cosas.Valores y educación heredados, abundancia de otros tiempos, y vacas flacas de la vida actual.


-¿Por favor Srta. Tiene usted un baño por aquí cerca.
- Mamá deja a la Sra. que ya acabas de ir.
- ¡Pero es que me voy a orinar!, tú no me has llevado. En ese momento dos lágrimas surcan sus ojos y un rostro infantil desamparado mira hacia el infinito.



Sobrevivió a dos hijos y eso no se debe. Crueldades de la vida.
Desayunó y la esperó sentada en su sillón cómodamente. Afortunadamente el tránsito fue leve, ya que la vida se había ensañado con ella , la muerte no quiso.

2 comentarios:

  1. La dichosa vejez. Siempre a los que la observamos llegar en personas cercanas nos produce cierta inquietud.... Es acercarse al final... que muchos no terminamos de asumnir...

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  2. Gracias por este precioso recuerdo de una mujer inquieta y llena de vitalidad hasta el final. Nos emocionamos.

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